Editorial
El tema de la votación de los venezolanos en el exterior cada vez despierta más interés y adquiere más importancia, no solo por ser un derecho político, que actualmente está conculcado, sino porque se ha convertido en un símbolo de la participación democrática y el apoyo que quienes viven en el exterior le pueden dar al restablecimiento de la democracia en Venezuela.
Sabemos que lograr este objetivo está plagado de enormes dificultades, donde las jurídicas son las primeras que aparecen −por estar ligado el ejercicio de ese derecho político a la condición de la presencia legal o no en un determinado país−, pero hay también dificultades políticas −pues ese acto depende que se alcance u acuerdo con el régimen que detenta el poder en el país−, dificultades técnicas, para lograr que un volumen importante de venezolanos pueda ejercer el derecho al voto; y dificultades derivadas de la enorme cantidad de venezolanos, que no se sienten motivados por la participación en un proceso electoral.
Los obstáculos legales, técnicos y políticos para participar en el exterior son, como vemos, muy grandes y se requiere de la lucha mancomunada para enfrentarlos, con presión nacional e internacional, que permita avanzar hacia el funcionamiento pleno del Registro Electoral (RE) en Consulados y, de ser posible, buscar y aplicar soluciones tecnológicas de vanguardia para el RE y para el voto a distancia.
En cualquier caso, el primer paso importante para abordar este complejo tema es uniformar la información que se tiene y maneja sobre el mismo; por ejemplo, sobre la migración venezolana, a la fecha, podemos estimar en 7,5 millones los migrantes o venezolanos en el exterior; (6,8 millones certificados por ONU, más los doble naturalizados o con ingreso irregular en algunos países).
Esto significa más del 20% de una población neta, que estimamos entre 26 y 32 millones, pues se trata de una cifra incierta, que el INE no precisa.
Dado que históricamente el patrón electoral ha sido el 67% de la población, esto nos arroja, estadísticamente, que el número de votantes venezolanos en el exterior podrían ser 5 de millones; sin embargo, hasta julio de 2022 solo hay 107.904 inscritos en el RE. Sea cual sea la cifra real, la brecha a cubrir entre el RE y el número de posibles votantes es descomunal y solo podrá reducirse con mucho trabajo unitario.
En todo caso, debemos advertir que esta es una lucha de vieja data (hay antecedentes desde 2012 y antes) y la participación de la diáspora requerirá la articulación de esfuerzos de muchas organizaciones e individuos, así como la adecuada interacción con los actores políticos.
Con este cuadro nos enfrentamos también a la participación de los venezolanos en el exterior en las primarias opositoras, previstas para realizarse en el primer semestre de 2023
Para ello es indispensable también un registro previo y unitario, en el que todas las fuerzas políticas confíen y que solo será confiable y seguro si la Comisión Nacional de Primarias, aún por designarse, define los parámetros y conduce su realización, para lo que será indispensable el apoyo de los venezolanos en el exterior.
Corresponderá a las organizaciones y activistas motivar conjuntamente a los electores para incorporarse a esta tarea y lograr inscribir la mayor cantidad de venezolanos en ese registro unitario. Debemos estar atentos a los que se nos pida para realizar esta tarea.
Es noticia
- El Consejo de Derechos Humanos sostuvo un diálogo interactivo la mañana de este lunes 26 de septiembre con la Misión de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela. Presentamos las declaraciones de Marta Valiñas, Presidenta de esta Misión Internacional.
Escucha más de nuestro programa de radio en:
Venezolanos Siempre, voz y señal de los venezolanos en el mundo, Boletín #173