Mi posición sobre la amenaza de cierre de la AN y adelanto de elecciones parlamentarias

por Pedro Pablo Peñaloza

capitolio

1) Maduro tiene un problema: no puede cerrar lo que ya cerró. La AN ya fue cerrada -en la práctica- por el régimen, que primero la mutiló -caso Amazonas- y luego la declaró en «desacato» para que todos sus actos fueran nulos. Sin embargo, a pesar del «cierre», la AN vive.

2) Luego, Maduro se inventó una Asamblea Nacional Constituyente que venía a rematar a la AN. Consciente de que en política son igual de importantes forma y fondo, la ANC invadió palacio para asaltar los símbolos del poder y disminuir aún más a la AN.

3) A pesar de sesionar en palacio y usurpar las funciones de la AN, la ANC sigue siendo considerada espuria y fraudulenta por el mundo. Al final, la ANC es un instrumento que solo sirve para reprimir internamente, pero que no resuelve el problema de legitimidad del régimen.

4) El TSJ ya ha dictado más de 70 sentencias contra la AN y la ANC también ataca constantemente al Parlamento, pero esas acciones solo dejan en evidencia la impotencia del régimen. Porque allí sigue la AN, contando con el reconocimiento del país y de las democracias del mundo.

5) ¿El régimen podría encarcelar a Guaidó y a todos los diputados? Claro. Allí está Requesens preso y tantos otros en el exilio. Eso ya no sería «cerrar» sino «encarcelar» al liderazgo opositor, así como ilegalizó a los partidos. Pero, ¿eso resolvería su problema de legitimidad?

6) A estas alturas creo que solo 2 actores podrían «cerrar» la AN: 1) la comunidad internacional, si en un extraño giro la desconoce y apoya a Maduro. Y 2) la oposición, si rompe la unidad y pierde su línea de acción. Hasta la fecha, ambos apuntalan a la AN en su lucha.

7) En ese sentido, la amenaza de adelantar las elecciones parlamentarias es similar a decir: «voy a resolver la crisis provocada por una elección fraudulenta (20M) con otra elección fraudulenta». ¿Qué puede surgir de allí? Pregúntele a la ANC, por esa razón desconocida.

8) Sospecho que la única Asamblea amenazada de cierre por Maduro es la Constituyente. Si completa la «renovación» de todos los poderes y retoma la AN, ¿para qué una ANC? Y, por cierto, dónde está y qué hace la plenipotenciaria en este momento tan complejo. ¿Al menos respira?

9) Maduro repite hoy la fórmula que ya aplicó y fracasó en 2017 antes de imponer la ANC: trata de forzar una «negociación» y se inventa una elección sin garantías. ¿Esto solucionó algo? ¿Blindó su estabilidad, superó la crisis económica? Los hechos hablan. Ese no es el camino.

10) Por último: La AN ni siquiera necesita del palacio. Mientras tenga el respaldo de la gente, de la comunidad internacional y de la unidad opositora, seguirá abierta y siendo el único poder legítimo y democrático de Venezuela. Y eso no se elimina de un plumazo autoritario.

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